En mi experiencia como educadora, considero que el valor de que niños y adolescentes participen en talleres de orientación en sexualidad se encuentra en la posibilidad que estos espacios brindan para cuestionar patrones culturales y sociales, desarrollar de habilidades que permitan ejercer una sexualidad plena, segura y responsable, promover la reflexión, fortalecer la autoestima e incrementar el autoconocimiento.
Gracias a los grandes avances tecnológicos en la actualidad contamos con mayores recursos para conocer más acerca del mundo de la sexualidad, pero debemos tomar en cuenta que no todas las fuentes son confiables y que si no somos críticos y cuestionamos lo que se nos presenta por ejemplo en Internet, podemos mal interpretar y actuar en consecuencia.
Se sabe que la principal fuente de información en sexualidad para los niños es en primera instancia la familia, seguido de los amigos, los medios de comunicación y al final, el colegio. Todos los anteriores contribuyen a que los menores vayan creando su propia noción acerca de la sexualidad conforme crecen; sin embargo, en muchas ocasiones los chicos se enfrentan a la realidad de no saber qué hacer con tanta información y cómo usarla a su favor.
Educar es facilitar el aprendizaje, pero también es encausar y guiar a los chavos a que desarrollen las habilidades necesarias para saber cómo aplicar el conocimiento adquirido en la vida cotidiana y negociar, por ejemplo el uso del condón, las relaciones sexuales consensuadas, entre otros.
Por eso, cuando decimos que las nuevas generaciones viven de manera acelerada, tengamos en cuenta que efectivamente los jóvenes experimentan un presente en el que tienen alcance a mundos que quizás como adultos desconocemos, por lo que nuestra tarea se centra en ayudarlos a cuestionar y a reflexionar lo que ven y escuchan para que puedan tomar decisiones adecuadas a su forma de ser, a sus necesidades y valores.
Para informes acerca de talleres de orientación y prevención de riesgos en sexualidad envía un correo a aleprieto@emocioneser.com.mx
Esta modalidad de trabajo se puede brindar de manera particular a grupos de niños, adolescentes y adultos de mínimo 10 personas, adaptando el temario y los objetivos a las necesidades del público interesado.