¿Conoces y ejerces tus derechos sexuales?

In Chavos, Educadores, Padres de Familia, Sexualidad by Ale PrietoLeave a Comment

Captura de pantalla 2016-06-16 a la(s) 07.10.29¿Cuántas veces a lo largo de nuestra vida nos hemos sentido intimidados ante situaciones en las que se nos complica decir “no”, ya sea por pena, miedo, culpa, por sentirnos aceptados o amados por otros? Y lo peor de todo es que acabamos actuando de manera contraria a lo que en realidad queríamos. Esto es algo que podemos experimentar en cualquier ámbito de la vida, la cuestión es que cuando se trata de nuestra integridad física, psicológica y emocional, como es en el caso de la sexualidad, si carecemos de las habilidades requeridas para poner límites nos podemos afectar de diversas maneras.

Sin embargo, aún al contar con las actitudes necesarias para cuidar de nosotros a veces resulta insuficiente y requerimos de un respaldo mayor. Para esto es importante saber que todos y todas poseemos derechos humanos que nos protegen y que de acuerdo a la Organización Mundial de la Saludo (OMS), “son aquellos principios que se consideran universalmente como protectores de la dignidad humana y promotores de la justicia, la igualdad, la libertad y la vida misma”.

Por lo que, “al ser la salud un es un derecho fundamental del ser humano, es obvio que la salud sexual conlleva derechos sexuales”. Cabe destacar que, los derechos humanos se encuentran por encima de cualquier valor cultural y que en caso de que determinada práctica se contraponga a un derecho humano, será necesario considerar su modificación, independientemente de la nación a la que pertenezca.

Es por este y muchos otros motivos que, la educación sexual se torna indispensable como un medio a través del cual podemos conocer nuestros derechos y obligaciones, lo que nos permite, en este caso, experimentar una sexualidad mucho más plena y segura, así como prevenir consecuencias que pudiesen afectar nuestra calidad de vida.

Según la Asociación Mundial de Sexología, “la salud sexual es la experiencia del proceso permanente de consecución de bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad”, y establece que los derechos sexuales abarcan:

  • El derecho a la libertad sexual.
  • El derecho a la autonomía, integridad y seguridad sexuales del cuerpo.
  • El derecho a la privacidad sexual.
  • El derecho a la equidad sexual.
  • El derecho al placer sexual.
  • El derecho a la expresión sexual emocional.
  • El derecho a la libre asociación sexual.
  • El derecho a la toma de decisiones reproductivas, libres y responsables.
  • El derecho a información basada en el conocimiento científico.

Si lo llevamos a la práctica, algunos ejemplo serían el derecho de la persona a decir “no”, la responsabilidad que tanto hombre como mujer deben de ejercer en torno a su actividad sexual, la posibilidad de decir “ya no quiero” en cualquier momento, el respeto a la diversidad sexual, la posibilidad de expresar deseos y decisiones en torno a la sexualidad, entre otros.

Te has preguntado, ¿qué pasaría tan sólo en nuestro país si los derechos sexuales se reconocieran y garantizarán? ¿Cómo cambiaría el índice de embarazos no deseados en niñas adolescentes? ¿Cómo se modificarían las relaciones de pareja? ¿De qué manera evitaríamos que las infecciones de transmisión sexual continúen propagándose?

Conoce tus derechos sexuales y motiva a tus seres queridos, sobre todo a niños y jóvenes, a que se informen al respecto. Hagamos de la sexualidad una experiencia placentera y sin riesgos.

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